Epidemiología de la obesidad en personas adultas en Chile

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  • La obesidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas graves como enfermedades cardíacas, cáncer, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 (DM2) e hígado graso no alcohólico, entre otras; perjudicando la calidad de vida relacionada con la salud de la persona, y reduce la esperanza de vida.
    • En Chile, la prevalencia de la obesidad ha aumentado en todos los grupos etarios y se presenta muy precozmente desde la niñez. Además, se concentra en la población de menor nivel educativo y en mujeres.
  • Las causas y los factores que contribuyen a la obesidad son complejos y van mucho más allá de la elección individual de la ingesta de alimentos. Entre los factores que contribuyen a la obesidad se encuentran aquellos catalogados como factores determinantes sociales de la salud, tales como el estatus socioeconómico, el sexo, la etnia, el acceso a la atención médica, la genética, la cultura alimentaria y los entornos socioambientales ya existentes.
  • La obesidad afecta a las personas, a las familias y a la sociedad. La carga económica es importante. En 2016, el impacto económico mundial de la obesidad se estimó en 2,0 billones de dólares, es decir, el 2,8% del producto interno bruto (PIB) mundial. En Chile, la obesidad y las enfermedades relacionadas suponen un gran costo para la sociedad debido a costos directos (personal médico, hospitales, salas de urgencias) e indirectos (reducción de
    carga laboral, absentismo, discapacidad) que se estiman en 455 mil millones de pesos para el año 2030.
  • El éxito del manejo (es decir, la prevención, el control, y el tratamiento) de la obesidad requiere un esfuerzo colectivo y estructural a nivel de políticas, sistema de salud, comunidad y personas.
  • La prevención y manejo del sobrepeso y la obesidad debe tener un enfoque de curso de vida, lo que implica considerar estrategias de intervención desde los primeros 1000 días (desde la gestación).1–4
  • Se recomienda aumentar la inversión en medidas estructurales basadas en evidencia, para contrarrestar el alto costo de la obesidad para las personas, la sociedad, el sistema de salud y el país.5–9
  • Es necesario seguir invirtiendo en el financiamiento de la investigación para contribuir al entendimiento científico de la obesidad. Esto incluye la investigación no experimental sobre las causas biopsicosociales y ambientales, y los factores que contribuyen a ella, así como la investigación
    experimental para desarrollar y probar intervenciones para prevenir, gestionar y manejar la obesidad. La investigación sobre la mejor manera de aplicar las prácticas y políticas basadas en la evidencia es una prioridad.5–9
  • El personal de salud tiene que reconocer y tratar la obesidad como una enfermedad crónica, causada por una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal (adiposidad), que perjudica la salud, con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad prematuras (Nivel 2b, Grado B).
  • El desarrollo de estrategias basadas en la evidencia a nivel del sistema de salud y de las políticas puede dirigirse al tratamiento de la obesidad en las personas adultas (Nivel 2b, Grado B).
  • Se puede sondear regularmente la vigilancia longitudinal continua de la obesidad a nivel nacional y regional a través de la medición de estatura, peso y circunferencia de la cintura (Nivel 2b, Grado B).
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